El camino de pinchos.

Por esas veces que no queremos ver, por esas palabras que nos duelen mucho, demasiado, pero no puedes expresarlo de ninguna forma. Por cuando lloras tanto que los ojos no dan más de sí. Por cuando la cabeza no te deja en el sitio adecuado, y no ves más que problemas por todos lados.
Todos hemos sentido la tristeza de alguien que se va para no volver, de ese amigo que te abandona, que pasas de verlo todos los días, a encontrártelo por la calle; por la nostalgia cuando ves las fotos antiguas, y aunque no haya pasado tanto tiempo, todo te parece totalmente diferente. Por cuando pierdes un familiar, cuando se va una persona a la que no tenias mucha importancia en tu día a día  pero se va, y te deja la mesa coja.
 Por todo eso, la vida nos demuestra que vivir no es fácil, que es una carrera de salto de vallas, con obstáculos, charcos, y con muchas caídas. Pero, si la vida no fuese así, si no tuviésemos nada contra lo que luchar, si todo fuera "perfecto", ¿dónde estaría la gracia?, ¿dónde estaría la maga de ver a esa persona sonreír, de sentir un abrazo inesperado o ansiado desde hace mucho tiempo, de poder perdonarnos, de poder luchar día a día en nuestra propia guerra personal? ¿Dónde quedaría eso?
 Por eso, la vida es perfecta, nos hace daño, constantemente, pero nos da sus frutos, nos da la felicidad, los álbumes de fotos, las historias increíbles con tu gente, esas historias que siempre sueñas con contarle a tus nietos. Por eso, lucha, nunca agaches la cabeza y lo veas todo perdido siempre se puede avanzar, siempre, se puede sacar un momento para sonreír.
Manu.