jueves, 3 de enero de 2013

El invierno.

El frío entumece mi nariz. Mis guantes se ajustan cálidamente a mis manos y el gorro no permite el contacto de mi pelo con los copos de nieve. El frío, tan solitario, tan conciliador. Te pide que busques a otra persona, que te aporte el calor que él no te puede ofrecer. Te pide que busques unos labios que abracen tu cuello. No busca problemas, no te hace daño, solo quiere que consigas lo que él no te puede dar.
Estando el invierno, que se quite Cúpido.

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